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La banca de desarrollo cumplió la meta de otorgar un billón de pesos en crédito e inducido en 2013, como instruyó el presidente Enrique Peña Nieto, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Cifras definitivas de la dependencia revelan que al cierre del 31 de diciembre de 2013, la banca de desarrollo dio un financiamiento de crédito directo e inducido al sector privado equivalente a 1 billón 002,548 millones de pesos.
En un comunicado, refirió que el 11 de junio de 2013, el presidente Peña Nieto instruyó, a partir de las cifras y metodologías presentadas por las entidades, que el conjunto de las instituciones de banca de desarrollo fijarían como meta un saldo de un billón de pesos en el otorgamiento de crédito directo e inducido para el cierre de 2013.
Este cantidad global, precisó, incorpora el saldo de crédito directo, las garantías sin fondeo, el crédito otorgado por los intermediarios financieros privados, respaldado con garantías de la banca de desarrollo; la tenencia de bursatilizaciones y el capital de riesgo otorgados al sector privado.
Los recursos fueron canalizados por los bancos de desarrollo, Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (antes Financiera Rural), los fideicomisos de fomento sectorizados a la SHCP.
Asimismo, por los proyectos financiados en México por el North American Development Bank (Nadbank) que son las instituciones incluidas en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo (Pronafide) como banca de desarrollo.
A partir de los resultados alcanzados, y en congruencia con la reforma financiera promulgada el 9 de enero, el Presidente estableció una meta de financiamiento directo e impulsado de las instituciones de banca de desarrollo del Estado mexicano para 2014 por 1 billón 150,000 millones de pesos.
Ello, para detonar obras, potenciar al campo y las exportaciones, así como respaldar proyectos productivos de empresas y emprendedores mexicanos, expuso la Secretaría de Hacienda.
Mencionó que la reforma financiera amplió el mandato de la banca de desarrollo para fomentar que ésta utilice todos los instrumentos a su disposición para lograr su objetivo.
Así, y para evitar que la meta excluya alguna institución o instrumento, desincentivando su uso, para propósitos de cumplimiento de resultados en años subsecuentes, se tomarán en cuenta los instrumentos utilizados por todas las instituciones de banca de desarrollo del Estado.
Entre ellos se cuentan instituciones que tienen programas de financiamiento activos, incluidas las operaciones fuera de balance de los bancos de desarrollo (ventas reales de cartera), puntualizó la dependencia.
Lo anterior implica también la inclusión de Infonacot, cuyo mandato fue ampliado por el Congreso de la Unión y al cual la reforma financiera otorgó facilidades adicionales para su fondeo y del Fideicomiso de Fomento Minero (FIFOMI).
También se incorporan las aportaciones de capital de riesgo que realice Nacional Financiera, principalmente a través de la Corporación Mexicana de Inversiones de Capital (“Fondo de Fondos”), de conformidad con las precisiones en su mandato, contenidas en dicha reforma.
Si bien la cartera vigente de estas entidades es relativamente pequeña, compiten por un techo común de intermediación financiera y su exclusión de la meta perjudicaría su desempeño, afirmó la Secretaría de Hacienda.
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